Desde los años 80’S, se ha podido evidenciar la
pérdida de más de 200 especies de anfibios; tristemente se extingue poco a poco
esta familia de animales.
“Pixabay, anfibios”
Los anfibios, son una familia de vertebrados,
comprendida entre ranas, salamandras, tritones y cecilios. Especies que
han venido siendo mermadas en su población por diferentes amenazas en la región
de Sudamérica.
Recientemente en el 2016 la Unión Internacional
para la Conservación de la naturaleza, prendió las alarmas tras analizar que,
de 6.260 especies evaluadas, 32,4% de estas están en amenaza latente y hay ya
38 extinguidas oficialmente.
Veamos las causas de este fenómeno y así comenzar a
tomar conciencia de las prácticas que agudizan esta problemática.
En la región
Existen varias causas que han hecho reducir
gravemente la población de los anfibios en la región. Específicamente en
Colombia, existe la amenaza de la deforestación que daña su hábitat natural en
zonas del Caquetá, Guaviare y occidente del Meta donde la rana arborícola y la
venenosa se han visto afectadas, mayoritariamente, pues necesitan cobertura
boscosa.
También se suman peligros como los cambios del uso
del suelo por el de minería, monocultivos e ilícitos.
Y se han hecho documentaciones sobre un hongo
quítrido, llamado Batrachochytrium dendrobatidis, que se halló hace ya cerca de
33 años, que causa la enfermedad de quitridiomicosis, la cual obstruye los
poros de la piel y mata por asfixia.
La organización SaveTheFrogs ha identificado 287
especies de anfibios en 36 países afectados por este hongo.
Por su parte, en Brasil, es endémico el patógeno
que causa la quitridiomicosis y están combatiendo esta enfermedad analizando la
interacción entre el desmonte y el microbioma de la piel, que puede afectar a
los anfibios atacados por este hongo.
En Argentina, las fumigaciones con una gran
cantidad de agroquímicos en zonas rurales según científicos de la Facultad de
Bioquímica y Ciencias Biológicas de la Universidad Nacional del Litoral (UNL),
se han convertido en la principal amenaza.
Es sin duda una realidad lúgubre para las especies
de anfibios, hay que tomar medidas cuanto antes si queremos seguir disfrutando
de su natural belleza y su aporte a los ecosistemas.
Sebastián Calderón Triana
Vive Saludable
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