Los alimentos prebióticos y probióticos son de gran beneficios si se conoce su diferencia y forma de utilización, ya que son elementos que ayudan a mejorar el funcionamiento digestivo e intestinal.
TENDENCIAS PARA INVIERNO, glamurosa
siempre
Dado a los nuevos estilos de vida y a la preocupación de llevar una vida
saludable apareció un nuevo concepto que preserva toda la nutrición necesaria en
el organismo sin dejar de atraer los sentidos llamado “alimento funcional”;
este brinda mayor beneficio que los alimentos nutricionales ayudando a
complementar y prevenir enfermedades. Por consiguiente, estos elementos ayudan
al desarrollo natural de funciones adicionales que los alimentos diarios no
hacen; algunos de estos son los prebióticos y los probióticos:
Prebióticos
Estos son ingredientes no digeribles que estimulan el crecimiento y la
actividad de las bacterias intestinales y no pueden ser digeridas ya que las
enzimas son complejas de hidrolizar por nuestro cuerpo; en otras palabras los
prebióticos contienen fibra alimentaria soluble que sirve de “comida” a
determinados microorganismos de la flora intestinal que llegan al intestino
grueso y son fermentados por bacterias del colon alimentando a bacterias de la
microbiota.
Sin embargo, también se conocen como “fibra funcional” que ayudan a la
reducción de la inflamación intestinal, aumentan la la absorción de ciertos
minerales (calcio, magnesio y hierro), disminuir el riesgo de enfermedades
cardiovasculares, previene cáncer de colon, evita la obesidad, reduce la
ansiedad y el estrés, y disminuye episodios de diarrea.
Algunos de estos alimentos son las alcachofas, ajo, cebolla, espárragos,
salvado de trigo, bananos, legumbres, harina de trigo, entre otros; todos
incluyen sustancias que hacen parte de la categoría de prebióticos que debes
incluir diariamente en tus comidas para mejorar tu salud intestinal.
Probióticos
Por otro lado, estos son microorganismos vivos que ingeridos en
cantidades adecuadas favorecen el estímulo de los jugos digestivos y
enzimas naturales que ayudan al adecuado funcionamiento de la digestión; no
obstante estos elementos median en el funcionamiento adecuado de la flora,
digestión, tracto funcional y sistema inmune.
Al contrario de los prebióticos, estos son más complejos de obtener en
los alimentos y la mayoría dificil de encontrar algunos son el yogurt, kéfir,
chocolate negro, microalgas, pepinos encurtidos u otros similares, aceitunas,
queso crudo, chucrut, sopa de miso, tempeh, kimchi y té de kombucha.
Diana Saenz
Vive Saludable
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